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La fiabilidad del correo spam

Como ya sabemos, los ataques a través del email han aumentado mucho en los últimos años. Es un problema importante, que puede comprometer seriamente la seguridad y privacidad de los usuarios. Dentro de los diferentes tipos de ataques o estrategias que utilizan los piratas informáticos, dos podemos destacar por encima del resto: el Spam y el Phishing.

 

¿Qué es el spam?

El correo basura constituye hoy día casi la mitad de los correos enviados a nivel global. En términos simples, es el correo basura que recibimos en nuestra bandeja de entrada. No tiene porqué ser peligroso, muchas veces se trata simplemente de publicidad. Pero en otras ocasiones, el spam puede ser correos electrónicos que recibimos con la intención de recopilar datos personales, los cuales podrían utilizarse para suplantar nuestra identidad en redes sociales o incluso venderlo a terceros. También pueden contener malware, enlaces maliciosos a páginas inseguras o archivos que busquen atacar nuestros equipos.

 

¿Qué es el phishing?

Es un tema que hemos tratado en numerosos artículos, todos a tu disposición en nuestra página web. En resumidas cuentas, el phishing es una técnica de ciberdelincuencia que utiliza el fraude, el engaño y el timo para manipular a sus víctimas y hacer que revelen información personal confidencial. En este delito de suplantación de identidad, el correo suele dirigir al receptor hacia una página web falsa que aparenta ser la verdadera. Los datos que se introducen en esta página van a parar directamente a los ciberdelincuentes.

 

Cómo protegernos ambos.

Es difícil evitar completamente el correo basura, dada la gran cantidad de spammers y robots que trabajan a diario para difundir sus mensajes. La herramienta más eficiente para evitar este tipo de vulneraciones, y en caso de sufrirlas saber cómo reaccionar, es la concienciación en ciberseguridad y la contratación de servicios de ciberseguridad integrales para tu empresa. No obstante existen otras medidas de prevención con las cuales es posible disminuir la cantidad de intrusiones indeseadas en el correo. 

 

No hacer pública nuestra dirección de correo electrónico.

Es importante no compartir nuestro email en redes o plataformas desconocidas de manera pública, ya que de este modo cualquiera podría tener acceso a ello y el usuario en cuestión estaría más vulnerado a la hora de recibir correo basura o sufrir un ataque de phishingLo mismo ocurre con respecto a los registros en la web. Debemos de prestar atención a qué entidades proporcionamos nuestra información de contacto. En caso de duda, se suele recomendar utilizar una cuenta de correo específica para la web en cuestión. 

 

Navegar siempre por redes y sitios seguros.

Los ordenadores suelen tener incorporado un filtro que te notifica cuando una web no tiene las credenciales en orden, o cuando una red WiFi no es segura. Debemos evitar este tipo de vulnerabilidades innecesarias. De la misma forma, es importante no abrir ni pinchar en enlaces desconocidos. 

 

Contar con herramientas de seguridad.

Las herramientas de seguridad evitan que el malware que haya podido llegar a nuestra bandeja de entrada se propague. Si se trata de una organización u empresa, tener un buen sistema de ciberseguridad es imprescindible, ya que los datos que se manejan son inmensamente más delicados que aquellos que pertenecen a un usuario individual.

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